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Letra Suelta

La sociedad de los poetas vive

La sociedad de los poetas vive

Antes de empezar a leer esta nota, amigo lector, responda con sinceridad: ¿cuándo fue la última vez que leyó poesía? La respuesta resérvela para usted mismo, aunque no resulta difícil suponer que existan pocos lectores, quienes han sido calificados como "una especie de extinción".

En el periódico de poesía “Odumodneurtse”, en su edición de marzo de este año (2004), el poeta José Carlos Irigoyen sostuvo que en los últimos 20 años la producción poética local se había estancado. De ahí en adelante se levantó el telón de la polémica y el debate en secciones y revistas culturales. A propósito de ello, nosotros quisimos conocer las opiniones de los responsables del Taller de Poesía de San Marcos, Hildebrando Pérez Grande y Marco Martos Carrera, reconocidos maestros universitarios y, sobre todo, apreciados poetas.

“La escritura del género lírico no siempre mantiene un ritmo regular, monótono. Hay momentos de grandes aventuras y logros, y hay tiempos de sequía, de transición, de plácidos acomodos en torno a una retórica”. Así empezó Hildebrando Pérez, director de la Escuela de Literatura. Más adelante agregó: “Al parecer, estamos en un proceso de transición, de búsquedas, y ya vendrán los días de una nueva y esplendorosa poesía que nos iluminará hasta enceguecernos”.

De igual manera pensó Marco Martos, decano de la Facultad de Letras: “Siempre habrá producción poética. Lo que pasa es que siempre se juzga con ciertos afanes de protagonismos a los poetas que empiezan a salir. Es necesario esperar, por lo menos, 10 años más para valorar su trabajo”.

Lectores fieles
La desaparición de lectores de poesía no es tan cierto como lo pintan algunos hombres de las letras. “A pesar de la aparición de medios como la televisión y la radio, la poesía ha tenido su espacio, pues siempre existirá un conjunto de personas dedicados a la lectura de los poemarios. No coincido que estos lectores sean una especie de extinción”, comentó Martos Carrera.

Por su parte, Pérez Grande dijo: “Desde hace mucho tiempo la poesía ha sido relegada por la prosa de la vida cotidiana. La tribu de lectores de poesía es pequeña, heroica: no cede a las tentaciones del pragmatismo moderno. Por decirlo de alguna manera: permanecerá por un buen rato más en extinción. Sólo se extinguirá cuando el hombre desaparezca de la faz de la tierra”.

Bajo tiraje
El tema del tiraje, para Martos Carrera, obedece más a circunstancias externas. “Pablo Neruda, por ejemplo, es el poeta de grandes cualidades, pero no tanto como César Vallejo. Sin embargo, la poesía de Neruda en la época en que estaba vivo fue la más distinguida por apoyo de los socialistas. Cosa que no ocurrió con Vallejo en su época”.

Mientras que Pérez Grande, quien estuvo recientemente en La Habana (Cuba), donde fue invitado por la Unesco y La Casa de las Américas para participar en el Coloquio Internacional sobre Culturas de la Amazonía, precisó: “El promedio de edición es de 500 ejemplares. Pero hay de 300. Y de mil ya suena, como se dice, a palabra mayor. Son ediciones conmemorativas, celebratorias. Algunas han alcanzado hasta tres ediciones, pero siempre de bajo tiraje”.

Esto explica que en Lima, la mayoría de los grupos literarios, tales como la Sociedad Elefante, Segregación, Coito Ergo Sum, Colmena, Cieno y El Club de la Serpiente difundan sus producciones a través de la llamada “colectivización, que no implicaba salvo alguna afinidad estética relativa, un programa ideológico compartido”, reseñó Jerónimo Pimentel en la revista “Quehacer”.

La joven poesía peruana está sobre el tapete. Hacía tiempo que no se hablaba con tanta insistencia sobre ella. Pero era necesario hacerlo para así reconocer las nuevas voces poéticas. Conocer, además, a aquellos ‘tránsfugas’ literarios. “(Ellos) corren, apremiados por la prosa de la vida, rumbo al éxito editorial de la narrativa. Pero siempre vuelven felizmente”, concluyó Pérez Grande, aunque el debate permanece abierto.

Taller de Poesía de San Marcos
El Taller de Poesía de San Marcos fue fundada por iniciativa de Wáshington Delgado y Hildebrando Pérez, recogiendo experiencias que habían observado en Cuba, México y Chile. Luego ingresó Marco Martos, y desde entonces, salvo periodos muy breves -en los que participaron Pablo Guevara, Carlos Garayar y Sandro Chiri-, los dos han mantenido, por más de treinta años, el referido taller.

Por sus aulas han transitado casi todos los notables poetas del Perú de nuestros días. “Incluso -comentó Hildebrando Pérez- los más reacios a presentaciones públicas, accedieron a acercarse y compartir generosamente sus experiencias, sus búsquedas, sus hallazgos con los jóvenes poetas. Es por eso que hubo tardes realmente inolvidables”.

Igualmente, “cada vez que un poeta foráneo pasaba por el Perú, lo llevaban al taller, y se producía un diálogo que nos enriquecía a todos”, refirió el Pérez. En el presente semestre académico, asisten un promedio de 25 integrantes.

...
*Nota publicada en semanario “San Marcos Semanal” en octubre de 2004.
Imagen: http://www.webdehogar.com

“La evaluación es la clave”

“La evaluación es la clave”

De la educación en el Perú hay mucho por decir y criticar. Las cifras y estadísticas desaliente a más de uno. Pero más allá de hechar más leña al fuego es mejor presentar propuestas y soluciones para que su actual situación de crisis cambie. Fue por eso que decidí pubicar esta entrevista que realicé en el 2004 al profesor de Educación y Economía de la Universidad de Stanford, Martín Carnoy, quien es un convencido de que a través de la evaluación de los maestros, el sistema educativo peruano y, por qué no, latinomaricano puede mejorar sustancialmente.

¿Cómo se puede aspirar en mejorar el sistema educativo si la economía peruana no se encuentra bien?
En América Latina, el Perú no anda mal en el tema económico. El problema no es el crecimiento económico, sino cómo emplear a tanta gente sin trabajo. Considero que esta economía debería seguir creciendo dos o cinco años más para que tenga un gran efecto sobre el empleo. En cierta forma la educación no puede esperar a lo que va a suceder en la economía para luego actuar.

Usted incide durante sus conferencias con el tema de la evaluación de los docentes, ¿cómo trabajar este tema en nuestro país, pues el nivel escolar es pésimo y se comienza a cuestionar a las universidades?
Y tienen razón de cuestionar la calidad de las universidades. El papel que cumple la universidad en la sociedad es muy importante. El problema es que la universidad es aún tradicional del resto de sistema y esto debe cambiar.

¿Cómo lograr cambiar esta situación si el Estado cada vez asignan menos a las universidades estatales?
Eso es cierto y hay que cambiar eso. La universidad peruana está siendo subfinanciada.

¿El exceso de maestros como se debería tratar?¿Acaso los institutos pedagógicos en el Perú deberían ser clausurados?
No, porque estos centros en algunos casos representan para algunas comunidades los únicos espacios donde se puedan formar profesionalmente. Tampoco es necesario abrir más. Hay que tener una mejor idea de los que hacen estos institutos. Si es necesario mejorarlos o al menos acreditarlos para que brinden una educación general adecuada. Que no vendan un producto que no pueden producir.

¿En EE.UU. cómo se maneja este asunto?
Las universidades públicas en EE.UU., donde asisten el 80 por ciento de estudiantes, pertenecen a los estados que controlan el sistema universitario. En California, por ejemplo, existen cerca de un millón de alumnos ubicados en tres niveles: grandes universidades, universidades del estado de California y colegios de comunidad. Este sistema es financiado por el estado por contribuciones de los estudiantes. Para llegar a una universidad de California se paga anualmente entre 8 a 10 mil dólares. Esto era gratuito hace 20 años, pero paulatinamente cambió. Aquí en el Perú el nivel de financiamiento es muy bajo aún en términos de América Latina. Yo creo que falta destinar más dinero a las universidades públicas del Perú.

Evaluar para crecer

¿Qué hacer para cambiar esa mala imagen de los malos resultados de los estudiantes?
Primero, debemos preparar mejores profesores, tanto de los institutos pedagógicos como de las universidades. Deben ser acreditados, evaluados y hay que hacer estudios para tener mejores y buenos profesores.

Pero la mayoría de estos profesionales alegan tener bajos salarios, motivo por el cual no puede exigir tanto.
Es cierto que no son bien pagados, pero eso no es la razón para que estén mal preparados. En todo caso esto es una parte del asunto. Deberían pensar más en cómo mejorar su preparación. Hay que tratar de formar un sistema de evaluación para informar a los profesores de su desempeño. Hay que tener un sistema que ayude a las profesiones en mejorar lo que hace en una aula.

Este problema ha viajado por otros países de Latinoamérica, ¿ha advertido estas mismas falencias?
Esto ocurre en todos los países de Latinoamérica, a excepción de Cuba, un país especial que tiene un buen sistema de evaluación y preparación de maestros. Así lo ha demostrado en el último estudio efectuado por la UNESCO.

Doctor Carnoy ¿cuáles serían los requisitos que debería reunir un profesor en esta del conocimiento?
Es difícil decir esto porque hay que comenzar por preguntarnos ¿dónde están enseñando los maestros? No se puede crear algo ideal.

Entonces, ¿es tiempo de una autocrítica?
Más que una autocrítica se debería pensar que se puede mejorar el sistema educativo, pero para esto tienen que trabajar todos: maestros, ministerio de Educación y expertos. Es un tema, sin duda, muy amplio de tratar.

Perú, viernes 11 de febrero de 2005

Imagen: http://www.pbs.org

Noticias dejan el corazón partío

Noticias dejan el corazón partío

Acabo de leer una información de la BBCMundo.com que me pareció interesante compartirla. Según este portal, “un equipo de la universidad estadounidense Johns Hopkins sugiere que quienes escuchan noticias tristes pueden sufrir un aumento repentino de adrenalina y otras hormonas que afectan la actividad cardíaca”.

Es más, los síntomas provocados por ese incremento pueden ser confundidos con infarto o ataque al corazón. “Los científicos estudiaron a 19 pacientes que llegaron a un hospital con síntomas parecidos al del infarto: dolor de pecho, fluido en los pulmones, respiración dificultosa y falla cardíaca. Pero cuando fueron examinados -la mayoría eran mujeres de edad- se descubrió que no tenían las arterias bloqueadas ni ningún otro signo de ataque cardíaco”, informa la BBCMundo.com.

Luego descubrieron que aquellas personas tenían en la sangre altos grados de hormonas asociadas al estrés, tales como adrenalina y noradrenalina, que realmente pueden atacar al corazón.

Fue así como los estudiosos comenzaron a buscar una causa para los síntomas y tras análisis y comparaciones previas concluyeron que los 19 pacientes habían vivido una fuerte experiencia emocional horas antes de ser hospitalizados.

Las dos caras de la noticia

Hasta cierto punto más de uno dirá que esto suele ocurrir. Lo cierto es que ahora está comprobado científicamente. Imagínense, pues, cómo estarán los corazones de los peruanos con tantas noticias o informaciones funestas que se difunden diariamente por los medios de comunicación.

Y es que las “malas noticias” casi siempre son “buenas noticias” para los responsables de mantenernos informados. Esta situación, sin duda, es muy compleja. Necesita de un mayor y profundo análisis, pues el público no sólo necesita recibir buenas o malas noticias, sino estar bien informado.

El papel del periodismo en la sociedad siempre estará sobre el tapete. Siempre estará en el ojo de la tormenta. Y no dejará de estarlo hasta que los hombre de prensa o, más bien, los dueños de las empresas de comunicación caminen por el derrotero de la responsabilidad, la veracidad e independencia. Nunca es tarde para volver a comenzar.

Perú, jueves 10 de febrero de 2005

Bajo el sol y la sombra de Acho

Bajo el sol y la sombra de Acho

A continuación publicaré una crónica que escribí en el 2001 sobre la Plaza de Acho. Debo confesar que no soy seguidor de las corridas de toros, pero lo cierto es que en su interior se atesoran más de una historia que merece ser conocida.

Vivo a diez minutos de distancia de la tradicional Plaza de Acho, pero curiosamente nunca asistí a una feria taurina por razones que no vienen al caso mencionar. Eso sí, ingresé en más de una oportunidad al interior de este coso limeño con la intención de conocer sus diversos rincones cargados de historia, costumbres, que con el correr de los años no desaparecieron.

Allí, al lado de los patios de sombra, por ejemplo, se encuentra el Museo Taurino de Acho, donde se guardan celosamente reliquias de un valor incalculable. Se dice que hay más de mil piezas, entre ellas destacan los trajes de luces de Antonio Ordoñez y Manuel Rodríguez, conocido por todos como Manolete.

En las paredes de este espacio de los recuerdos y la añoranza están colgadas algunas acuarelas de Pancho Fierro, grabados de Roberto Domingo, Bernardo Buffet, pinturas de López Canito, fotografías, litografías, afiches. También ubicamos un busto de bronce levantado en honor a Conchita Cintrón, reconocida torera peruana de la década del sesenta.

Gran parte de estas piezas artísticas han sido donadas por todos aquellos seguidores de las faenas taurinas, tales como los Graña Garland, Manuel Mujica Gallo, Manuel Solari. Asimismo, numerosos toreros peruanos, españoles, mexicanos, venezolanos, que pasaron por esta plaza ubicada en el distrito del Rímac, donaron algunos objetos de apreciable valor.

Algo de historia

El 20 de enero de 1766, la Plaza Firme de Acho, considerada la más antigua de América, fue inaugurada en una ceremonia a la cual asistió el virrey Manuel de Amat. En ese entonces, este escenario albergaba a dos mil aficionados. Su construcción fue posible a la generosa inversión económica hecha por uno de los hombres más adinerados de Lima: Agustín Hipólito de Landaburu.

Dos siglos después, la Plaza de Acho, renovada, remozada y ampliada, tiene capacidad para congregar a más de 13 mil espectadores. Por eso, cuando ésta se llena totalmente, los olés retumbam las vetustas casitas que se encuentran a su alrededor. "Los olés son tan fuertes que parece que el río Rímac se nos viene encima", comenta un ruiseño anciano vendedor de diarios.

Pero la historia taurina en el Perú no comenzó en la Plaza de Acho. Anteriormente, las primeras corridas de toros se realizaban en las plazuelas limeñas. Hasta la fecha, no hay una fecha exacta o precisa sobre cuándo se lidió por primera vez en nuestro país.

Según el historiador Manuel de Mediburu, la primera faena se corrió en 1540, con ocasión de la consagración de óleos del arzobispo fray Vicente Valverde. Se dice que ese año, la Plaza Mayor fue cercada y a su alrededor se levantaron algunas graderías para el deleite de los aficionados.

Por su parte, Antonio Garland von Lotten asegura que el 21 de diciembre de 1578 tuvo lugar en Lima la primera fiesta brava. ¿La razón? En esa oportunidad, la capital del Virreinato celebraba la llegada del agua a la fuente de la Plaza Mayor.

Como en los demás hechos y acontecimientos de nuestra historia, los estudiosos del pasado no llegaron a un acuerdo definitivo. Cada uno expone sus razones para indicar tal o cual fecha. Pero en lo que sí coinciden es en precisar que las corridas de toros están relacionados con las fiestas religiosas y patronales de casi todos los pueblos de este milenario país.

Es por eso que en los coloridos pueblos andinos se realizan, desde hace buen tiempo, faenas cuyos toreros, principalmente, no son personajes que derrochen conocimientos y destrezas. Mucho menos estarán vestidos con trajes de luces. Por el contrario, son personas con un enorme valor y coraje que en honor al santo de turno lidiarán con los toros más bravos de la zona.

De vuelta a Lima

Por el momento, la antigua, histórica Plaza de Acho está quieta, serena, a la espera del mes de octubre para la feria del Señor de los Milagros. Aunque por estos días sirve de escenario para la fiebre de los carnavales andinos.

Vivo a diez minutos de distancia de la tradicional Plaza de Acho y todavía no acudo a las llamadas fiestas taurinas. Pero conozco sus patios de sol y sombra, sus piezas artísticas de incalculable valor y, sobre todo, la arena por donde numerosos toreros lidiaron acaso con majestad y lirismo.

Perú, martes 8 de febrero de 2005

Mes mojado

Mes mojado

Era bella, esbelta, pero estaba mojada de pies a cabeza. Llevaba puesto un jean de moda y un polo que dejaba notar su ombligo, pero estaba mojada de pies a cabeza. Era de otro barrio, desconocida, pero estaba mojada de pies a cabeza.

Y es que febrero es el mes de los carnavales y en los distintos barrios de Lima lo celebran lanzando agua a un viejo conocido o acaso a la compañera de toda la vida. Aquí no hay tregua. Cada domingo de este mes es pretexto suficiente para jugar a los carnavales.

Pero, valgan verdades, la gente ya no espera los fines de semana para envolverse con esta costumbre. Los globos y baldes con agua salen como pan caliente cualquier día y hora de febrero.

Niños, adolescentes y jóvenes son los protagonistas principales de esta “fiesta del agua”. Una fiesta que ha sido criticado y censurado más de una vez. Así como o lee. En las primeras décadas del siglo XX los alcaldes prohibían los juegos con agua para conservar el orden en las calles. Pero la historia ha demostrado que todo aquello que trata de ser censuro, al final terminan por desarrollarse de manera sorprendente.

Y así fue como los carnavales en Lima no han parado. Y que pierde su inocencia, por llamarlo así, cuando la pintura o el betún son utilizados para pintarle el rostro, el cabello a sus “víctimas”.

¿Y el talco, los disfraces y la fiesta? Eso lo dejan para los que aún extrañan su tierra y no hacen otra cosa que organizar las famosas “yunsas”, fiestas en las que sobran la alegría, los árboles de sauce adornados con ciertos regalos, las cervezas y los huaynos de todos los rincones del Perú.

En el interior del país lo celebran como Dios manda. Huancayo, Huaraz, Cajamarca, La Oroya, Tarma, Ayacucho, Arequipa, entre otras ciudades, son los principales escenarios donde las fiestas por los carnavales parecen inacabables por su color, música, comida, danza y festividad.

Y debo cerrar esta breve crónica, pues afuera de esta cabina de Internet me esperan para lanzarme ese líquido elemento más importante del planeta: el agua.

¿Y el carnaval de Río de Janeiro? De eso que se encarguen los propios brasileños ¿o no?. Lo cierto es que Lima es una fiesta. El Perú es una fiesta. Los carnavales son una fiesta.

Déjame que te cuente...

Déjame que te cuente...

Aquí voy a reproducir una breve carta que envíe a la revista "Caretas", la cual fue publicada a fines de 2004. En ella me quejaba acerca del abandono de la Alameda Chabuca Granda, ubicada a un cotado del Palacio de Gobierno, por parte de las autoridades municipales de Lima. ¿La razón? la enemista política entre el actual alcalde limeñó Luis Castañeda Lossio y el ex burgomaestre Alberto Andrade.

SIN FLOR NI SALERO

Lima 10 de diciembre del 2004
La nota `Del cuento a la alameda' demuestra claramente la falta de capacidad del alcalde Luis Castañeda Lossio por mantener una ciudad ordenada, segura y con salero. No es ninguna novedad que todas las obras hechas por Alberto Andrade estén abandonadas por su gestión y eso no puede seguir así.

Sandro Medina Tovar
(sandro_mt@yahoo.es)

Respuesta de la revista: El dinámico Castañeda Lossio, que va tan bien en las encuestas, tiene un defecto tradicional en nuestra política: denigrar esfuerzos de su predecesor y desperdiciarlos. Ahora bien, el problema de la Alameda Chabuca Granda es de nacimiento. Se hizo una hórrida explanada con siniestros tonos grises y negros que no tiene nada que ver con las flores a las que cantaba la homenajeada. Esto, sin embargo, se puede corregir.

Perú, 2 de febrero de 2005

Cerebro

Cerebro

Hace pocos días, el presidente de la Universidad de Harvard, Lawrence H. Summers, manifestó en una conferencia que la biología femenina no era muy apta para asuntos matemáticos, ni científicos.

No pasó ni un minuto para que de inmediato aparecieran en la radio, la televisión e Internet, una serie de reacciones contrarias a lo afirmado por la mencionada autoridad universitaria.

Y tanto fue la presión de las feministas que Summers tuvo que rectificar de sus palabras e insistió en que sólo se trataba de una provocación para propiciar la polémica y que su propósito no era otra cosa que reflexionar acerca de la discriminación de que son víctimas las mujeres en las ciencias.

Ahora bien, más de uno se ha preguntado cómo una autoridad de una universidad tan renombrada puede hacer tal afirmación. Peor aún, cómo ha cedido a las presiones y no persistir en su teoría.

El citado hecho, entre risas, me hizo recordar la siguiente historia (real, por cierto) que dice así: Bischoff fue un anatomista reconocido en Europa allá por 1870. Él se encargaba, entre otras cosas, de pesar cerebros humanos. Y después de acumular datos observó que el peso medio del cerebro de un hombre era 1,350 gramos, mientras que el promedio para las mujeres era de 1,250.

Este dato fue suficiente para que el referido anatomista defienda una supuesta superioridad mental de los hombres sobre las mujeres.

Bischoff seguía con esa idea hasta el día de su muerte. Tanto así que legó su propio cerebro para engrosar la colección que había formado. Fue así como sus discípulos comprobaron que el cerebro de Bischoff pesaba solamente 1,245 gramos. Para no creerlo. Pesaba menos que el de las mujeres. “¿Ahora en qué categoría lo ponemos?”, se habría preguntado un anatomista de aquella época...Y ustedes ¿qué piensan?.

Perú, 3 de febrero de 2005

Por una cultura de respeto

Por una cultura de respeto

El lunes último, un puñado de estudiantes de diversas facultades de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos irrumpieron los ambientes del Comedor Universitario para hacer escuchar sus reclamos. Más allá de que fueran justas o no sus pedidos, no se tuvo en consideración que en su interior habían menores de edad recibiendo clases de verano, por lo que debieron frenar sus arengas altisonantes que sólo causaron pánico en los niños. Aquí una entrevista al sociólogo Franklin Miranda Valdivia acerca de los protagonistas de la violencia en las universidades.

El sociólogo sanmarquino Franklin Miranda Valdivia no tiene duda alguna que la actual crisis de la dirigencial estudiantil genera que ciertos grupos radicales asuman métodos inadecuados como la violencia, para hacer escuchar sus reclamos o demandas.

“Muchas veces estos métodos son motivados por inquietudes personales, por lo que una reserva importante de universitarios no se sienten identificados con estos dirigentes”, sostuvo.

Miranda agregó que las dirigencias en todos sus niveles casi siempre han tenido algunos rasgos autoritarios. “Entonces hay que buscar que sean más participativos, auténticos y vayan dejando atrás viejas formas de dirección”.

En su opinión, a los estudiantes les corresponde difundir una “cultura de respeto de los derechos de las personas”. Sostuvo que es fundamental consolidar esa cultura de modo que se garantice la institucionalidad de la vida universitaria.

“La universidad tiene aquí una gran tarea y un reto, que consiste en demostrar que la violencia es una de las grandes amenazas para la estabilidad de la sociedad peruana”, precisó.

-¿Qué hacer con estos grupos que fomentan la violencia en la universidad?, preguntamos. Nuestro entrevistado respondió: “Con ellos hay que establecer una pedagogía que nos garantice llegar mejor a sus demandas, conocer quiénes son, qué aspiraciones tienen, qué motivaciones, a quiénes representan; no se pueden irrogar la representación de muchos si no son auténticos representantes”.

En ese sentido opinó que “la violencia en los claustros universitarios no debería estar permitida ni admitida. Para eso está el dialogo; y para eso es fundamental también la transparencia, la comunicación y la participación de la comunidad universitaria”, puntualizó.

Reflexión permanente
Miranda advirtió que problema de la violencia debe merecer una permanente reflexión. “Porque estamos en un ámbito universitario que tiene que dar muestras de conocimiento de todas las formas de la violencia, conocer los escenarios de violencia y plantear políticas que conlleven a la solución de climas violentistas”.

Comentó que la violencia en ningún caso tiene justificación alguna. “Hay que tener en cuenta que una cosa es la lucha por los derechos sociales y políticos, y otra utilizar la violencia para hacerse escuchar. Los reclamos por más justos que sean no tiene por qué ser violentos”.

Agregó que lamentablemente la violencia está auspiciada por la irresponsabilidad en la gobernabilidad. “La violencia está institucionalizada, forma parte de la vida cotidiana. Tal vez la falta de oportunidades sea un elemento motivador para su indeseado crecimiento”, concluyó.

Perú, 4 de febrero de 2005

¡¡ Uffff...qué calor !!

¡¡ Uffff...qué calor !!

Francamente, el calor que hay en Lima es insoportable. Según los expertos hemos llegado a los 30 grados. Entonces, imagínense nomás cómo se sienten todos aquellos que se dedican a la venta ambulatoria o distribuyen recibos casa por casa. Igualmente a los que trabajan en una pollería o la contrucción de casas o edificios.

Y es que el Centro de Lima, paulatinamente, se ha convertido en una selva de cemento, como diría el recordado salsero Héctor Lavoe. No hay árboles. Los parques son pocos y carecen de gracia. Parece ser que hay una sola consigna: desaparecer parques y jardínes y a cambio construyen alamedas con pocas áreas verdes.

Y ni que hablar de la contaminación en todos sus varianteas. De eso me ocuparé más adelante. Pero, francamente, el calor que hay en Lima en estos días, es insoportable.

Perú, 19 de enero de 2005

Sean bienvenidos !

Seré breve y directo: en este espacio encontrarán artículos y crónicas sobre hechos y personajes que existen en Lima y sus alrededores. En más de una oportunidad he querido darlos a conocer, pero por falta de espacio, casi siempre, mis historias iban al baúl de los recuerdos. Por eso no desaprovecharé esta oportunidad que me otorga este medio para poder narrar aquello que me sorprendió, dio risa, tristeza, melancolía...en fin, los sentimientos, como las historias que vienen a continuación, son numerosos. Entonces, sin más ton ni son, les doy la bienvenida.

Perú, 18 de enero 2005