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Letra Suelta

Mes mojado

Mes mojado Era bella, esbelta, pero estaba mojada de pies a cabeza. Llevaba puesto un jean de moda y un polo que dejaba notar su ombligo, pero estaba mojada de pies a cabeza. Era de otro barrio, desconocida, pero estaba mojada de pies a cabeza.

Y es que febrero es el mes de los carnavales y en los distintos barrios de Lima lo celebran lanzando agua a un viejo conocido o acaso a la compañera de toda la vida. Aquí no hay tregua. Cada domingo de este mes es pretexto suficiente para jugar a los carnavales.

Pero, valgan verdades, la gente ya no espera los fines de semana para envolverse con esta costumbre. Los globos y baldes con agua salen como pan caliente cualquier día y hora de febrero.

Niños, adolescentes y jóvenes son los protagonistas principales de esta “fiesta del agua”. Una fiesta que ha sido criticado y censurado más de una vez. Así como o lee. En las primeras décadas del siglo XX los alcaldes prohibían los juegos con agua para conservar el orden en las calles. Pero la historia ha demostrado que todo aquello que trata de ser censuro, al final terminan por desarrollarse de manera sorprendente.

Y así fue como los carnavales en Lima no han parado. Y que pierde su inocencia, por llamarlo así, cuando la pintura o el betún son utilizados para pintarle el rostro, el cabello a sus “víctimas”.

¿Y el talco, los disfraces y la fiesta? Eso lo dejan para los que aún extrañan su tierra y no hacen otra cosa que organizar las famosas “yunsas”, fiestas en las que sobran la alegría, los árboles de sauce adornados con ciertos regalos, las cervezas y los huaynos de todos los rincones del Perú.

En el interior del país lo celebran como Dios manda. Huancayo, Huaraz, Cajamarca, La Oroya, Tarma, Ayacucho, Arequipa, entre otras ciudades, son los principales escenarios donde las fiestas por los carnavales parecen inacabables por su color, música, comida, danza y festividad.

Y debo cerrar esta breve crónica, pues afuera de esta cabina de Internet me esperan para lanzarme ese líquido elemento más importante del planeta: el agua.

¿Y el carnaval de Río de Janeiro? De eso que se encarguen los propios brasileños ¿o no?. Lo cierto es que Lima es una fiesta. El Perú es una fiesta. Los carnavales son una fiesta.

4 comentarios

deyviz -

X V R Cavzas e amikas . ;D Agregarme ami msm . pa zer amikos --

oscar -

hey men te faltó mencionar que en algunos casos los carnavales se convierten en batallas campales, como ocurre en chorrillos y otros lugares cerca al mar. Tinta, pistolas, enormes jeringas, talco, betún, matacholas, arena, lodo, etc...se acoplan en la celebración de este mes.. Yo apoyaría el título que puso Caretas a su artículo por carnavales calificándolas como "Pandillas de carnavales". He dicho.

Apsidalkat -

ALguna vez posteé sobre las la tolerancia y las corridas de todos...lamentablemente muchos de los que juegan carnavales se valen del pretexto del "mes de febrero" para tomar carta libre en el asunto, y la mayoría son mocositos, enclenques, flacuchos....que se sienten lo máximo al mojar a chicas, o pretendiendo lavar carros (cuando mojan micros)...el juego parece divertido...bienpor los que pueden, pero deberían existir límites y en Lima nos e quejen que los juegos en provincia no respetan ni a viejitos...sobre todo en la selva...me diste idea de post...muchas gracias y comosiempre un gusto leerte

vladimir -

"...la historia ha demostrado que todo aquello que trata de ser censuro, al final terminan por desarrollar de manera sorprendente..." como las corridas de toros.